Hace días que tengo tanto trabajo y además es tan monótono, tan aburrido y tan desagradecido que últimamente me cuesta, todavía más, levantarme por las mañanas para ir a trabajar. Pero quiero ser positiva, pensar que no hay mal que por bien no venga y ver el vaso medio lleno. Así que como ese trabajo tan monótono consiste en hacer exports de vídeos y de imágenes, que pueden durar más de media hora, me estoy dedicando a leer. Leo noticias, leo tweets de gente a la que sigo en twitter, miro y leo tutoriales y, cómo no, leo blogs. Vaya que los últimos 3 días debo haber estado navegando por internet una media de 4 horas diarias.
Ayer @ksibe, a quien sigo en twitter, tweeteó un nuevo post en su blog (algo así: Nuevo post: Tengo un blog pero no soy un blogger http://bit.ly/92btH6 :)) Por el título os podéis imaginar de qué va el texto, ¿no? Kim explica que lleva un año en la blogosfera, pero tras 39 post, no se considera un blogger. Además dice “A mi entender, el calificativo de blogger corresponde a quien opina, recomienda, crítica, comenta o reflexiona sobre aspectos relacionados con la temática de su propio espacio en la red y lo hace frecuentemente. Un blogger es por tanto, alguien que enriquece a los demás actualizando el contenido de su blog con asiduidad...”
Esa afirmación me dejó un poco decaida, la verdad. Nunca me consideré blogger, pero siempre tuve la esperanza de llegar a serlo. En cambio veo que mi perfil no coincide en ningún punto con la definición de Kim. En septiembre de 2009 me propuse retomar un blog que tenía abandonado y que borré para empezar de nuevo, vaya que lo reseteé. Desde entonces sólo tengo 4 tristes entradas (si consigo publicar ésta antes de que acabe enero podré decir que tengo una media de 1 entrada por mes). Por no hablar de que si me dedicara a escribir más seguramente lo haría sobre cosas tan dispares que seguiría alejándose de la definición de @ksibe.
Por otro lado pienso... si no tengo tiempo, no puedo llegar a todo. No puedo leer blogs, leer twitter, postear los links de las noticias o los blogs interesantes, repostear los tweets interesantes, leer los links de los tweets que restweeteo, obviamente leer mi correo, tanto el del trabajo como el personal (esto sobre todo en época de cumpleaños).... Y además, trabajar. A todo esto quiero sumarle el escribir en mi blog.
¿Dónde queda el momento de descanso? Yo sigo conectada cuando llego a casa. A veces estoy cocinando y con un ojo miro la cazuela y con el otro la pantalla del portátil. Me dejo para casa cosas que no puede leer en el trabajo, es como si volviera a tener deberes, pero ahora soy yo misma quien los impone.
Todo esto me genera dudas. Si no escribo sobre cosas que al resto de la gente le interese, si no aporto un valor añadido, si no consigo que la gente lea mi blog... ¿para qué escribo? ¿por qué invierto mi tiempo ¿Soy una no-blogger existencialista? ¿O simplemente tengo demasiado tiempo ahora mismo y el miedo a la hoja en blanco hace que escriba cosas inconexas?
En cualquier caso parece que he conseguido escribir algo más. Y si alguien ha llegado hasta la última línea, me he acercado un poquito más al olimpo de los bloggers.
jueves, 21 de enero de 2010
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